El ambiente resulta tan áspero en estos espacios... en cambio, cuando tú estás..., no precisamente por que dé más luz al lugar tu presencia, pero sí hay mayor encanto en el aire. ¿Recuerdas la tarde cuando una mariposa blanca se posó justo al borde de la taza? Volteaste a verme con tal inocencia, no lo creías, una de esas criaturas inventadas con papel de china se posó en tu taza, luego, otra juguetona llegó a tu hombro, a tu mano, en tu nariz, terminaste repleta de mariposas, maravillada te dejabas tocar en cada milímetro de piel por las patitas y el aletear de ellas.
Pediste qué todos los que estábamos en ese lugar guardaran silencio... qué todos pensáramos en algo lindo...
Y fue así como tú le diste paz a los locos... Con tus papelitos inventados, tu sonrisa, y el chacoteo de sus alitas marcando el ritmo de tu risita nerviosa.
2 comentarios:
Esto me recordó a mi Mónica y sus caidas del cielo...serás grande niña, y yo tendré la dicha de decir que conocí a esta tipa un puto día gris dentro de un frasco de estrellas de papel
¡Hola!saludos...no soy muy amante de la poesía pero me gustaría aprender mucho de ti y delo mundo de la poesía...
atentamente:andy
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