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17 dic 2009

Historias Cotidianamente Extrañas


Tengo frío ¡es medio día y tengo frío!... estás al otro extremo de la casa, hablas con ese amigo tuyo que tanto me desespera, no soy tan paciente, es verdad. Algo dentro de mi me dice que escape esté es el momento me pongo de pie, le susurro algo al oído a la persona que está a mi lado, me aconseja calmarme ¿Qué sentido tiene? Ni siquiera estoy molesta.
¡Qué rápido llegó la tarde! Voy a la tienda, compro mis cigarros… Una cadena de humo se desprende de mi mano, cierro los ojos, saco el sabor del cigarro, posiblemente este matando mi cuerpo con cada bocanada que doy pero… ¿¡qué importancia tiene eso ahora!? Escucho alguien que se acerca corriendo… eres tú preguntando por qué salí sin decir nada; dices que me extrañaste, me besas; tus brazos recorren mi cuello, apago el cigarro te volteo a ver y la tierna mirada me enamora tanto cómo la primera vez.
Nos recostamos sobre la hierba, te pido que nunca te vayas de mi lado, prometes que no te irás. Está bien eso es suficiente para mí. Te beso hasta que la noche cae sobre tus hombros...

1 comentario:

VampGod dijo...

Tengo frio, la veo desde el otro extremo, mientras la sombra a mi lado me cuenta sus historias, sin esperas busque las habitaciones, los pasillos, la cama, la puerta.

La veo en los caminos, persigo su aroma hasta atrapar sus dudas, le comento mis angustias, y con el beso calido palpo sus labios, tocar el contorno de los rios desembocados en su cabeza, de entre el humo aparece su rostro, se clavan sus ojos a los mios, mis ojos a los suyos, y se que la amo.

Rejuega el ambiente con nuestros cuerpos, prometo no partir hasta ser antiguos, la noche pesa en mis hombros, me desvelo...